El Decreto 83/2015 propone a los equipos directivos y docentes liderar procesos de trabajo colaborativo para el desarrollo de una gestión curricular basada en el Principio del Diseño Universal de Aprendizaje con sus equipos docentes, multiprofesionales y la familia de sus estudiantes. En este sentido, se busca diversificar la respuesta educativa considerando desde su inicio (en la planificación) la variedad de propuestas para abordar los objetivos de aprendizaje del currículo y las distintas situaciones de aprendizaje, materiales educativos y procedimientos de evaluación. Se busca de esta manera abrir diferentes vías o caminos alternativos para la trayectoria educativa y para asegurar que todos/as los/as estudiantes puedan alcanzar, de acuerdo a sus necesidades y posibilidades, los objetivos esenciales y básicos de aprendizaje establecidos en el currículo escolar.

La co-enseñanza se entiende como la relación entre dos o más agentes educativos que comparten mutuamente la responsabilidad de planificar, ejecutar y evaluar la enseñanza a un grupo heterogéneo de estudiantes (Rodríguez, 2014). Esta transforma el trabajo docente y pone énfasis en los equipos multiprofesionales de los establecimientos, como "equipos de aula". Estos equipos pueden estar formados por el/la profesor/a de educación regular, el/la educador/a diferencial, el/la psicopedagogo/a, los/las profesionales asistentes de la educación (fonoaudiólogo/a, psicólogo/a, kinesiólogo/a, entre otros/as), asistentes técnicos, intérpretes de lengua de señas e incluso padres, madres y alumnos/as tutores/as.