Jueves y viernes del 16/05/2019 al 17/05/2019
08:30
Sala Eloísa Díaz
(Av. Libertador Bernardo O'Higgins 1058, Santiago, Chile)La nueva agenda educativa mundial, acordada en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, contempla el compromiso de la comunidad internacional de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todas las personas. Uno de los medios de implementación más importantes para lograr este objetivo es aumentar sustancialmente el número de docentes con las cualificaciones y formación adecuadas, de aquí al 2030.
En este marco, la formación docente cobra particular importancia para garantizar una educación de calidad y, al interior de ésta, la profesionalidad de las y los educadores en servicio. Junto a la formación, existe también una serie de factores que conciernen a la legitimidad y estatus de la profesión que se relacionan directamente con la calidad educativa; tal es el caso de la remuneración, estabilidad y progresión hacia carreras atractivas y motivantes para todo el profesorado, tal como establece la recomendación conjunta de la OIT y la UNESCO relativa a la situación de las y los docentes.
La necesidad de fortalecer y revitalizar la profesión se ha instalado como una tendencia que, en el transcurso de los próximos años, debería consolidarse en la política pública educativa en el conjunto de América Latina y el Caribe. Dicha tendencia, por una parte, obedece al influjo de movimientos de profesoras, profesores y estudiantes que reclaman la transformación de los sistemas escolares, en la perspectiva de avanzar en sus niveles de calidad integral, equidad e inclusión y, por otra, se explica por la contundencia de la literatura especializada en la materia, la que ha dado sustento teórico-conceptual precisamente a la urgencia de contar con apoyos sistémicos a la labor de las y los docentes.
En líneas generales, dichas tendencias políticas y programas comparten la idea respecto a que el fortalecimiento de la profesión docente, entre otros factores, depende de la transformación de los programas de formación inicial y educación continua del profesorado. Basándose en este supuesto, las reformas educativas de la mayoría de los países de la región comparten la necesidad de reconocer que la Educación Continua (EC) de las y los profesores es un derecho que el Estado debe garantizar, mediante el financiamiento con fondos públicos, y a través del aseguramiento de una oferta de calidad que las instituciones formadoras pongan a disposición de las escuelas y del cuerpo docente, y de la generación de espacios de aprendizaje colaborativo en las comunidades educativas.
Por tal razón, la EC de docentes debe estar a cargo de universidades acreditadas, que además cuenten con la certificación de sus carreras de pedagogía, e instituciones reconocidas por el estado (sin fines de lucro) que valide su trayectoria y sus competencias en este ámbito formativo.
La EC del profesorado es un asunto relevante para la capacidad profesional de las y los docentes, así como lo es la formación inicial. De tal suerte, se reconocen tres momentos para su formación y desarrollo profesional: la formación inicial docente; los primeros pasos en la carrera, denominada también inducción; y la formación continua, a lo largo de su desempeño profesional en la escuela.
Asimismo, la EC debe ser abordada de forma sistemática, articulada con la formación inicial y con otras políticas y líneas de mejora de la situación del magisterio, tales como las remuneraciones, condiciones laborales, estímulos y ascensos, trayectorias y carreras docentes, entre otros.
La EC es un componente del desarrollo profesional docente cuyo eje es la escuela, el trabajo y la reflexión colectiva sistemática respecto de la práctica docente, el contexto y la contingencia que desafían la profesionalidad docente y la nutren de recursos y posibilidades de crecimiento personal y profesional de las y los profesores.
La educación continua de docentes, sin embargo, aún se caracteriza de modo predominante por una serie de contenidos y metodologías de trabajo que no logran ser significativas para el profesorado y las complejidades y singularidades de sus necesidades profesionales. Mucho de lo que la academia generalmente cuestiona de la práctica docente es posible encontrarlo en las propias prácticas que prevalecen en la docencia universitaria, tanto en la formación inicial como en la educación continua de profesores: clases frontales (estilo charla magistral), cargadas de contenidos teórico-conceptuales que en ocasiones contienen recetas de aplicación universal, en donde los contextos institucionales y socio-culturales en las que se desenvuelven las y los profesores son, cuando mucho, considerados de modo superficial.
Para la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC) de la UNESCO, abordar el desarrollo profesional de las y los docentes es crucial pues se inscribe en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de la Agenda Educativa 2030: garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos, que conlleva el propósito de aumentar la oferta de maestros calificados. En esta perspectiva, y consciente de que los docentes son actores decisivos para una educación equitativa de calidad, ha promovido en los últimos años la Estrategia Regional sobre Docentes para América latina y el Caribe, y ha desarrollado múltiples acciones tendientes a promover transformaciones en la formación inicial y continua de las profesoras y los profesores de la región.
En consonancia con lo anterior, la Universidad de Chile, se propone en las Estrategias Generales de su Plan de Desarrollo Institucional 2017-2026, “POTENCIAR EL ÁREA DE EDUCACIÓN Y SU VINCULACIÓN CON ESTABLECIMIENTOS PEDAGÓGICOS, A TRAVÉS DE UNA POLÍTICA INTEGRADA”. Para ello, las unidades académicas dedicadas a la formación inicial y continua de profesores, se plantean fortalecer y ampliar su contribución a la profesión docente, mediante sus actividades de investigación, docencia y extensión.
En ese marco, SABERES DOCENTES, Centro de Estudios y Desarrollo de Educación Continua para el Magisterio de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, se propone aportar a la generación de estudios, propuestas y acciones formativas que privilegien, las siguientes dimensiones del desarrollo profesional:
En atención a lo expuesto, el Centro de Estudios SABERES DOCENTES y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO, convocan al Seminario Internacional Profesión docente y educación continua en América Latina: aprendizajes y desafíos.
Analizar las políticas y programas de formación continua de docentes de los últimos 20 años en América Latina, y particularmente en Chile, mediante el conocimiento de experiencias y aprendizajes alcanzados con relación al desarrollo de capacidades del profesorado en ejercicio.
