Estudiantes, apoderados, asistentes de la educación, docentes, directivos y equipo técnico del Departamento de Desarrollo Educacional fueron parte de la elaboración participativa de la Política Comunal de Convivencia Escolar de la comuna de La Granja, proceso que fue asesorado por un equipo profesional del Programa de Educación Continua para el Magisterio (PEC), de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile desde abril de este año.
“No ha sido fácil llegar hasta acá, pero era una necesidad fundamental del territorio de la comuna, puesto que la convivencia escolar es primordial para el proceso de desarrollo de calidad que estamos buscando todos y que tiene que ver con mejorar los aprendizajes de nuestras niñas y niños”, señala Margarita.
¿Cómo calificaría usted el trabajo que se ha desarrollado durante estos meses?
Estoy muy agradecida de la labor que ha desarrollado la Universidad de Chile, ya que siempre pensamos que estarían a la altura de los objetivos y de todos los desafíos que significa trabajar con las escuelas de La Granja. Estamos muy contentos de que esto esté culminando de esta forma, con un alto nivel de participación y con toda la reflexión que esto ha conllevado, el trabajo en terreno, en la jornada y en las reuniones. Hoy están todos los estamentos representados en condiciones de igualdad, de representatividad y de dignidad. Estamos reflexionando acerca de temas en los cuales todos tenemos algo que hacer, que decir y actuar.
¿Cuáles eran sus expectativas al inicio de este proceso?
Anhelábamos que hubiere una política territorial de convivencia escolar, que hubiese lenguajes y principios comunes en todas las escuelas de nuestra comuna, ya que esto no es un problema de una escuela en particular, sino que de un territorio y de un país. La escuela es el espacio donde se inician las relaciones de solidaridad, de empatía, de amor, de compañerismo, de respetar los derechos humanos de todos. A través de la educación buscamos que nuestras niñas, niños, jóvenes y profesores tengan cada día más dignidad, por lo que ninguna innovación, por muy necesaria que sea, tendrá sentido en la escuela si es que no resolvemos los problemas más humanos, más emocionales y de convivencia.
¿Cuál es la proyección del trabajo desarrollado en convivencia escolar?
El desafío mayor es que las escuelas hagan suyos estos principios de dignidad, participación, respeto, compañerismo, todos los valores que van asociados al tema de convivencia escolar. No es posible una escuela en Chile sin vínculo, sin democracia, sin espiritualidad y que no piense en grande. Nuestro anhelo es que se consolide la convivencia escolar con estas orientaciones, con los principios que reflejan lo que hablaron las escuelas. Eso es lo más importante.
Esta asistencia educativa tuvo como objetivo formular participativamente la Política Comunal de Convivencia Escolar como un marco orientador para el desarrollo de la convivencia en las comunidades educativas de La Granja, en concordancia con la Política Nacional de Convivencia Escolar y las características de su territorio, trabajo donde participaron los 16 establecimientos educativos de la comuna, y que beneficiará a sus 6 mil alumnos.
Para Grettys Bravo, directora de educación de La Granja, “era muy importante que este Plan Comunal de Convivencia Escolar fuera el resultado de la participación y de la reflexión colectiva que ha hecho cada uno de ustedes en estos espacios, ya que este será el mapa que guíe nuestro trabajo en los próximos años”.