El Centro de Estudios Saberes Docentes de la Facultad de Filosofía y Humanidad se encuentra trabajando por segundo año consecutivo en el programa “A convivir se aprende”, mandatado por el Ministerio de Educación y ejecutado por múltiples universidades del país, entre las que se encuentra la Universidad de Chile.
De alcance nacional, el proyecto busca mejorar y enseñar a gestionar la convivencia y clima escolar en más de 60 comunas del país. Si en un comienzo su sello fue hacer frente a la crisis educativa producida por la pandemia, este año la impronta es la participación ciudadana.
El trabajo se ha desarrollado en base a tres componentes claves, los que a su vez son las fases de ejecución del programa: Conformar redes territoriales mediante la articulación y fortalecimiento de un trabajo colaborativo; dar acompañamiento focalizado a comunidades educativas que requieren mayor apoyo y, por último, formar a los equipos de convivencia escolar a través de jornadas regionales de formación.
Si bien la Universidad de Chile partió el 2022 operando en las regiones de O’Higgins, Maule y Metropolitana, actualmente ha enfocado su trabajo a las comunas de Buin y Santiago, con labores a gran escala coordinando las redes comunales que reunirán a todos los establecimientos participantes del programa, como un trabajo focalizado en comunidades educativas específicas que tienen requerimientos particulares.
“A pesar de que llevamos mucho tiempo en convivencia escolar, como Centro seguimos descubriendo nuevas dimensiones. Una experiencia como esta, mucho más amplia, nos permite abordar los desafíos desde un espacio distinto y, en ese sentido, son un aprendizaje para nosotros”, explica Mario Bugueño, profesional de Saberes Docentes a cargo de coordinar el proyecto.
Uno de los liceos con los que colabora directamente la Universidad de Chile a través de Saberes Docentes es el Liceo Técnico Profesional Francisco Javier Krugger, ubicado en la localidad de Linderos en Buin.
Fueron más de 30 los docentes, directivos/as y asistentes de la educación los que participaron el miércoles 6 de diciembre en una de las diez sesiones presenciales que contempla la segunda fase de acompañamiento del proyecto.
Como sucede en el quehacer docente, el trabajo en convivencia escolar del establecimiento comenzó de forma autogestionada. Por ello, el equipo del área valoró una iniciativa de estas características.
“Estamos contentas con este proyecto, porque nos sentíamos un poco abandonadas. Es cierto que la bibliografía está en línea, pero es muy distinto eso a que venga un profesional con buena disposición a bajar los contenidos”, señala María Paz Pérez, Psicóloga del Liceo.
Concuerda con esto la Encargada de Convivencia del establecimiento, Andrea Méndez. “Por primera vez, desde que conformamos el área en 2013, el Ministerio se preocupa de apoyar y formar a los equipos de convivencia. Si bien había una política nacional, no había procesos de inducción. Desde ese punto de vista, el programa y el profesor nos han ayudado a ampliar nuestra mirada”.
Además de enriquecer sus perspectivas a través del proceso, los asistentes a la actividad destacaron la posibilidad de compartir experiencias con otros establecimientos a través del componente de red que contempla, “A convivir se aprende”.
“Trabajar con otros colegios nos ha permitido visualizar que no solo a nosotros nos está pasando todo esto. Es una generalidad en la sociedad que se está suscitando y es tarea de todos y todas ver las causas y tratar de enfocarnos para mejorar la educación”, comenta Liliana Henríquez, Trabajadora Social del Liceo Francisco Javier Krugger.
Además de ser una instancia de aprendizaje para las comunidades, desde el Centro también consideran la experiencia como provechosa. “Estas instancias nos permiten tener un nuevo encuentro con las comunidades educativas, que es lo que a nosotros como Saberes Docentes nos gusta, y a partir de ese vínculo generar aprendizajes e impactos reales en ellas”, afirma Bugueño.
El martes 19 de diciembre, en el Museo de la Educación Gabriela Mistral, ocurrió la segunda y última Jornada de Formación Regional de este año, instancia clave del componente Red del programa. En esta ocasión la temática trabajada fue el rol de los adultos en la convivencia escolar.
Destinado a docentes, asistentes de la educación y equipos directivos de los liceos que son parte de “A convivir se aprende”, la actividad contó con la participación de autoridades educativas de gran relevancia como la SEREMI Educación de la Región Metropolitana, Flavia Fabiane, y el Secretario Ejecutivo del plan de Reactivación Educativa, Joaquín Walker.
“Tras la pandemia tuvimos una serie de nuevos desafíos que afrontar y uno de esos fue el clima escolar al interior de los establecimientos. Valoramos tanto este programa, porque la convivencia no solo es un medio para el aprendizaje, sino que también es un aprendizaje en si mismo”, señaló Walker respecto al programa que lidera el Ministerio de Educación.
También fueron parte de la instancia los investigadores de la Universidad Católica, Paula Luengo, y Christian Berger, institución que coordina la ejecución del programa en toda la región desde el proyecto de investigación ProCívico de la Escuela de Psicología.
“El rol que hemos usado desde siempre ya no está haciendo particular sentido. Es por eso que tenemos la tarea de ir construyendo, y deconstruyendo, nuestra forma de ser adultos en las salas de clases”, declaró Luengo respecto al foco de la actividad.
Como invitada especial expuso la psicóloga y doctora en Educación, Neva Milicic Muller, eminencia en las temáticas socio emocionales en Educación.
El programa continuará por los próximos 3 años, así que desde todos los equipos participantes se espera se siga fortaleciendo el componente de Convivencia Escolar, tanto como un objeto de estudio en las universidades participantes, como un componente indispensable a interior de las escuelas de todo el país.
