La necesidad de formación pedagógica en docentes de la Educación Técnico Profesional

Más del 60% de los docentes de la Educación Media Técnico Profesional carece de título pedagógico.

El Ministerio de Educación define en su sitio web a la Educación Técnico Profesional como una educación que “les da a los estudiantes la oportunidad de descubrir mejor sus talentos. Como es un tipo de formación más flexible y modular, les permite ir adecuándose a los cambios que traen las nuevas tecnologías y nuevas formas de trabajo”.

Es por ello que la Educación Media Técnico Profesional (EMTP) aborda al 37% total de los estudiantes de tercero y cuarto medio de todo el país. Hoy, existen 934 liceos técnicos profesionales con más de 155 mil matrículas, el 46% de ellos estudia en un establecimiento público, donde un 52% del alumnado son hombres y el otro 48% mujeres.

Actualmente se imparten 35 especialidades con 17 menciones, que involucran alrededor de 6.500 docentes. Por su parte, en 2022 la EMPT representa a más del 50% de la matrícula de primer año en carreras universitarias de pregrado.

Una historia de ocho décadas

El próximo 26 de agosto se cumplirán 80 años de la creación de la Dirección General de Enseñanza Profesional, bajo el mandato del presidente Juan Antonio Ríos. Dicha fecha conmemora el Día de la Educación Técnico Profesional.

Acontecimientos importantes como la creación de la Universidad Técnica del Estado en 1947 por el presidente Gabriel González Videla y en 1953 la fusión de la Dirección General de Enseñanza Profesional del Mineduc con el Departamento de Enseñanza Agrícola del Ministerio de Agricultura han marcado su historia.

También, a medida del paso de los años, en especial entre 1965 y 1975, se crean múltiples entidades de Formación Técnico Profesional, tales como INACAP, DUOC UC, CIDE, Educación Sindical, Educación de Adultos, entre otras. Hasta hoy estas instituciones han sido claves en ofrecer la continuidad de estudios superiores a aquellos estudiantes que optan por no ingresar a la universidad tradicional.

Así lo demuestra el informe del Servicio de Información de Educación Superior (SIES), de la Subsecretaría de Educación Superior, que detalló que la matrícula en Educación Superior alcanzó más de 1,3 millones de estudiantes, cifra récord tras la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

En el estudio se expone que el 38,2% ingresó a un Instituto Profesional (IP) y que la matrícula en este tipo de instituciones aumentó en un 4,7% en relación a 2021. Otro dato importante es la mayoritaria presencia femenina que representa el 53,8% (700.532) de la matrícula total, donde la presencia de ellas en los IP equivale al 50,5% del alumnado total.

Mejora que también se vio reflejada en la Prueba de Transición (PDT) 2022, donde se redujo la brecha con los establecimientos científico humanistas, ya que el número de estudiantes provenientes de liceos TP que fue seleccionado en la educación superior aumentó un 16% respecto al proceso de admisión anterior.

Pese a las mejoras evidentes, la cifra sigue siendo baja en comparación con los países europeos, que es hacia donde apunta Chile, ya que allá existen tres técnicos profesionales por cada universitario y se han transformado en la base de la economía local.

Así lo entiende Sarah Elson-Rogers, líder de Innovación y Futuro de TVET, Unesco-Unecov, quien tras participar en 2021 del Seminario Internacional ‘Innovaciones educativas para la sociedad del futuro’, aseguró que “existe un diagnóstico similar en todo el mundo en cuanto a cómo este tipo de aprendizaje debe abrir oportunidades para nuestros jóvenes y nuestra fuerza laboral. Los desafíos en este ámbito están en aprovechar las experiencias de aprendizaje que entrega la tecnología, en la línea de presentar los contenidos de manera más creativa, nuevos tiempos de estudio y en la forma en que se evalúan las capacidades del alumno”.

Urgente necesidad de formación pedagógica en la EMTP

La Educación Técnico Profesional hace años empezó a ser protagonista, pues comprende un universo de más de un millón de jóvenes y adultos, que se dividen en profesionales, directivos, alumnos, docentes y asistentes. Según datos del Mineduc, hoy existen 934 liceos de enseñanza media, 86 Centros de Educación Integrada de Adultos y Liceos con tercera jornada para adultos, 42 Centros de Formación Técnica, 39 Institutos Profesionales, 3.239 Organismos Técnicos de Capacitación y 30 Centros de Evaluación y Certificación de Competencias Laborales.

Estos números hablan por sí solos de la importancia que ha ido tomando la formación TP en la actualidad. Sin embargo y pese a las mejoras vistas anteriormente, aún tiene un problema a mejorar. En 2019 un estudio del Centro de Políticas Públicas en conjunto con el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas estipulaba que un 58% de los docentes de la EMTP carece de título pedagógico, cifra que según el propio Mineduc ha ido en aumento.

El decreto 352 del Ministerio de Educación está vigente y le permite autorizar a profesionales, que sin ser profesores, pueden ejercer la docencia por escasez o por una especialidad afín al marco curricular técnico profesional.

Sin duda es alarmante que más de la mitad de los 18.000 docentes que ejercen en el sistema TP, no hayan cursado la carrera de pedagogía. En 2021 mientras se hablaba de la derogación del artículo 46 letra G del decreto, fue el subdirector ejecutivo de Elige Educar, Juan Facundo Díaz, quien defendió la continuidad de esto, ya que “en diferentes zonas y especialidades, hay más dificultades para encontrar profesores, por ejemplo, de física o química. En ocasiones, sí están los docentes, pero ellos no están dispuestos a trabajar en sectores de mayor vulnerabilidad. Mientras esto continúe, se deben buscar mecanismos para que los profesionales, certificando ciertas competencias pedagógicas, puedan impartir clases. Eso entendido en un plazo determinado y con una formalización de su formación pedagógica en el futuro”.

Su propia experiencia

Sergio Rojas, coordinador del área Técnico Profesional del Colegio Polivalente Don Orione y profesor de Duoc UC, hace hincapié en que “existe un alto número de especialistas que se dedican a la docencia sin poseer formación pedagógica, lo que acarrea una serie de limitaciones en los procesos de enseñanza, específicamente en lo que refiere a metodología, modelos de adecuación y planificación, estrategias de aula y evaluación, entre otros”.

En su caso particular, agradece haber estudiado pedagogía en Educación Técnico Profesional en la Umce, “me permitió adquirir habilidades acordes a mi función. Un profesional de un área específica que se integra al sistema educativo debiera participar de un período de inducción en relación a metodología y evaluación, así como aspectos propios de la identidad y proyecto educativo”.

Al preguntarle por los aspectos a mejorar y la importancia de la EMTP, es claro al decir “uno de los aspectos que considero relevante en la formación TP se relaciona con la posibilidad de dar continuidad en educación superior. Establecer la obligatoriedad de formación pedagógica en los primeros dos años de ejercicio docente, invertir en recursos en la actualización de máquinas y herramientas para la formación de los estudiantes”.

Para cerrar, añadió “siempre la educación TP se ha considerado el puente para generar oportunidades profesionales y laborales, en especial, en aquellos y aquellas jóvenes que carecen de oportunidades económicas para una continuidad educativa en educación superior, por lo que, debiera ser tratado como parte de los ejes fundamentales para erradicar la segregación y desigualdad social, de ahí la importancia de no relevarla a segundo plano”.

Desafíos

Siguiendo esa línea, en el conversatorio “Desafíos para el desarrollo profesional docente en la educación técnico profesional” que realizó el Centro de Estudio Saberes Docentes, de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, uno de los temas centrales fue abordar esta problemática.

En ese sentido, Cristian Lincovil, secretario ejecutivo Mineduc de la Educación Media Técnica Profesional, aseguró que “desde el Mineduc retomaremos en conjunto al CPEIP (Centro de Perfeccionamiento, Innovación y Experimentación Pedagógica) los postítulos en formación docente”. Añadió también que “vamos a continuar y profundizar el desarrollo de instancias de actualización técnica específica en las que se requiere más apoyo”.

Además, se fomentará la existencia de programas y postítulos para los profesionales que se dedican a la docencia TP. Y recalcó que el nuevo modelo de desarrollo del programa de Gobierno le dará más importancia a la educación TP, “se centrará en el bienestar de las personas, comunidades y territorios no solo para el presente, sino que, para el futuro con mención en el cambio climático, demandas por justicia y el rol de género”.

Esta es otra de las problemáticas a abordar en la EMTP, puesto que según el estudio “Producción de diferencias de género en la educación media técnico profesional” un 62% de las estudiantes consultadas dijo prever que debían esforzarse más que sus pares masculinos egresados desde las mismas especialidades.

Asimismo, un 30% creía que terminaría realizando tareas distintas y de poco valor en el rubro estudiado, y un 43% percibía que las mujeres no son bien vistas en empresas del área industrial. Lo que demuestra porqué solo el 19% del total de las estudiantes de tercero y cuarto medio se inclina por especialidades como mecánica, electricidad y tecnología de la información.

Postítulo en Pedagogía para Profesionales y Técnicos de Nivel Superior de la Formación Diferenciada TP

Pablo González, subdirector del Centro de Estudios Saberes Docentes, es el coordinador del Postítulo que realizará la Casa de Bello para aquellos docentes que quieran una especialización altamente calificada en torno al campo de su quehacer pedagógico.

Mencionó que “el postítulo está orientado a la formación pedagógica de profesionales y técnicos de nivel superior que se desempañan como docentes en alguna de las especialidades de la Formación Diferenciada en la EMTP. Para acceder deben acreditar su formación profesional y/o técnica de nivel superior”.

Agregó que "la EMTP debe responder a las necesidades e inquietudes de las y los estudiantes, desde hace años enfrenta un conjunto variado de desafíos. Entre estos se encuentra, desde el punto de vista de la docencia, el desarrollo y fortalecimiento de capacidades profesionales vinculadas a un currículum de formación por competencias, como es el currículum TP”.

“Entonces, la formación pedagógica de las y los docentes de la Formación Diferenciada de la EMTP, junto con ampliarse al universo de docentes que ejercen en ella, debe además centrarse en una formación pedagógica y en el desarrollo de una didáctica que permita efectivamente la realización de dicho enfoque formativo, a objeto de preparar de mejor manera a las y los estudiantes para el mundo del trabajo y para la continuación de estudios en educación superior”. 

Diego Cornejo, periodista.